Andre Petroski: Una historia de superación
Andre Petroski no solo lucha en el octágono; su mayor batalla la libró fuera de él. Su historia es un testimonio de cómo el espíritu humano puede superar las adversidades más oscuras.
El comienzo de la lucha
Desde muy joven, Petroski fue introducido al mundo de las drogas por la madre de un vecino. A los 16 años, ya consumía Oxy-80, marcando el inicio de una larga y dolorosa adicción. «Tenía esa personalidad adictiva», confiesa Petroski, «lo que me convertía en un terrible adicto, pero también en un gran luchador».
El punto de inflexión
Todo cambió cuando, tras una sobredosis, Petroski se encontró frente a frente con la realidad. «Ese fue el momento, la llamada de atención», recuerda. Fue entonces cuando decidió cambiar su vida, buscando ayuda en el Malvern Institute y encontrando no solo la sobriedad, sino también el amor.
Una nueva vida
Hoy, Petroski es un luchador en ascenso en el UFC, con un récord impresionante y una vida que ha dado un giro de 180 grados. Su historia es un recordatorio de que nunca es tarde para cambiar y que, a veces, hay que tocar fondo para poder volver a subir.