Diego Lopes: Un luchador entre dos mundos
La auténtica rivalidad entre los brasileños Jean Silva y Diego Lopes, que se enfrentaron en el evento principal de Noche UFC el pasado sábado, logró algo que no veíamos desde los tiempos de Brazilian Top Team y Chute Boxe en Pride: movilizar y dividir a los aficionados brasileños de una manera realmente especial.
En las calles del barrio Mutirão, en Manaus, Amazonas, la gente no tenía dudas: todo el mundo apoyaba a Diego Lopes. Al igual que en su pelea contra Alexander Volkanovski, la familia y los amigos de la infancia de Lopes cerraron una calle y montaron una pantalla gigante, creando un auténtico carnaval cuando su compatriota conectó ese codazo giratorio que decidió el combate. ¡Menuda fiesta se armó!
De Brasil a México: Un viaje inesperado
Nacido en Manaus (la capital de Amazonas) en diciembre de 1994, Lopes comenzó a entrenar jiu-jitsu con solo 5 años, gracias al empujón de su padre, Elias Freitas, quien se convertiría en su mentor y maestro. Vamos, que lleva las artes marciales en la sangre desde casi que aprendió a caminar.
Comenzó su carrera en MMA a los 17 años, todavía en Brasil, ganando siete de sus primeras nueve peleas profesionales. Pero en 2015 llegó una oportunidad que lo cambiaría todo: la chance de enseñar jiu-jitsu en un gimnasio de México, junto al actual peso mosca de UFC Alessandro Costa.
Y aquí viene lo interesante: después de acostumbrarse al país, el luchador decidió echar raíces donde fue bien recibido y se mudó permanentemente a México, específicamente a la ciudad de Puebla. En tierra mexicana, Lopes construyó gran parte de su relación con las artes marciales mixtas y con personas que serían clave para el avance de su carrera.
Lo más bonito de esta historia es que, aunque ha crecido en el deporte desde su llegada allí, Lopes siempre se ha encargado de representar a México mientras honra sus raíces brasileñas. Un verdadero ciudadano del mundo del MMA.
Recompensas bien merecidas
Además de la impresionante victoria por TKO en el segundo round, Diego Lopes también regresó a casa con los bolsillos llenos. En total, se llevó $100,000 en bonos de «Pelea de la Noche» y «Actuación de la Noche». ¡Nada mal para una noche de trabajo!
