Daniel Weichel: Un guerrero del octágono que finalmente pelea en casa
Pues mira, después de 67 peleas repartidas a lo largo de 23 años, Daniel Weichel por fin va a pelear en su ciudad natal. ¡Imagínate! Este alemán, especialista en sumisiones, nunca había combatido en Frankfurt hasta ahora. Con 40 años a cuestas, sale de su retiro de dos años para ser la cabeza de cartel de Oktagon 76, donde se enfrentará a Aboubakar Tounkara en un combate de peso ligero en la Festhalle de Frankfurt.
Una carrera llena de logros y viajes
Weichel, que ganó el campeonato de peso pluma de M-1 Global y luego el título del torneo de peso pluma de Bellator en 2014, se retiró tras una derrota en 2023 contra Mads Burnell, cerrando así dos décadas de carrera. Con un récord de 42-15, siempre se cruzó con lo mejor del talento joven mundial. Peleó en Estados Unidos, Rusia, Italia, Irlanda, Inglaterra y otros lugares, pero nunca en Frankfurt. Y la verdad, aún no se acostumbra a ser el héroe local.
«Honestamente, ha sido un poco extraño», confesó Weichel a Sherdog.com. «Estaba comprando en el supermercado y la gente me decía: ‘¡Buena suerte en tu pelea!’ y ‘¡Tenemos entradas!’. Es una locura, porque nunca antes había vivido esto».
Los inicios y la evolución del MMA en Alemania
En 2002, Weichel debutó en los Países Bajos con un armbar en el primer asalto, cuando el MMA aún era considerado un deporte marginal en Alemania. A pesar de acumular finales violentas por toda Europa, todas sus grandes oportunidades llegaron fuera de casa.
«Vengo de una época en la que el MMA no estaba reconocido en Alemania», recordó. «Nadie sabía qué era. Pero ver la atención que ha ganado y cuánta gente se fascina por un deporte que amo desde lo más profundo de mi corazón es una bendición».
La 68ª vez: Un campamento diferente
Su 68º campamento de entrenamiento profesional ha sido único. Tener el apoyo de amigos, familia y la comunidad local ha cambiado las reglas del juego. Al empezar la preparación, Weichel se preguntaba cómo respondería su cuerpo al estrés tras dos años. ¿Debía forzar sus límites físicos o confiar en dos décadas de experiencia y escuchar a su cuerpo?
«No puedo permitirme ir en piloto automático», admitió. «Cuando tenía 20 años, entrenaba y entrenaba duro. Ahora necesito ver cómo se siente mi cuerpo y qué hacer para recuperarme. Estoy muy centrado en eso. Tener ese enfoque en este campamento con mi equipo y entrenadores fue genial. Sentí que mejoraba semana a semana».
Desde leer libros hasta meditar, Weichel ha priorizado su estado mental tanto como su destreza física para este evento de regreso a casa. Por primera vez, llevará el peso simbólico de toda su ciudad sobre sus hombros. Por suerte para los fans, lo acepta con gusto. Ha sido un largo viaje, pero por fin es hora de volver a casa.
«Cuando Oktagon vino a Frankfurt, había más de 55.000 personas en el estadio, y yo estaba allí para corner a un compañero. Lo vi y me dejó boquiabierto. Fue una de las mejores cosas que he experimentado sin pelear. Estoy muy feliz de pelear con Oktagon porque lo hicieron posible. Con luchadores alemanes, construyeron algo grande y mostraron lo que siempre quise enseñar a la gente de Alemania durante años: ¿Qué hay detrás de este deporte en la jaula? ¿Qué se necesita para ser un luchador de élite? ¿Qué tienes que sacrificar en esta vida de entrenamiento? Es muy bonito ver que la gente entiende de qué va el MMA», concluyó el orgulloso alemán.
