Tom Aspinall
Pues resulta que Tom Aspinall no estuvo simplemente esperando durante todo este tiempo que pasó fuera del octágono. El campeón de peso pesado acaba de compartir algunos detalles bastante interesantes sobre lo que realmente sucedió detrás de cámaras mientras todos pensábamos que estaba en un limbo deportivo.
La montaña rusa de las fechas con Jon Jones
«Había muchas ocasiones en las que la UFC me decía: ‘La pelea con Jon Jones está programada para dentro de tres meses'», contó Aspinall a TNT Sports. «Así que empezábamos el campamento de entrenamiento, subía la intensidad… y luego la fecha se movía. Esto pasó como tres o cuatro veces, hasta que al final Jones se retiró».
Lo curioso es que mientras la gente le preguntaba «¿por qué estás esperando?», la realidad era que tenía las manos atadas. «No estaba esperando – me estaban diciendo que la pelea iba a suceder, así que no había mucho que pudiera hacer al respecto».
El lado positivo de la espera
A pesar de la frustración evidente, Aspinall encontró un beneficio inesperado en toda esta situación. «Me dio una oportunidad enorme para mejorar, porque no estaba entrenando sin un objetivo», explicó. «Pensé que tenía una meta varias veces, trabajaba hacia ella, y al final no se materializaba. Pero sí tuve la intensidad de un campamento de entrenamiento… Mi mejora en el último año ha sido masiva».
Nuevo capítulo: la defensa del título contra Ciryl Gane
Cuando Jones se retiró a finales de junio (aunque luego volvió al pool de pruebas antidopaje), Aspinall fue promovido a campeón indiscutible. Ahora tiene programada su primera defensa del título contra Ciryl Gane en el UFC 321 el 25 de octubre en Abu Dabi.
Sobre la presión de esta pelea, Aspinall tiene una perspectiva interesante: «No soy solo yo quien está bajo presión. Esta es su tercera oportunidad por el título y falló las dos primeras. Definitivamente hay mucha presión sobre mí, pero la presión está en ambos. En cada pelea a la que entras, hay presión».
Después de todo este tiempo fuera, Aspinall no puede esperar para mostrar esas mejoras de las que habla cuando finalmente regrese al octágono.



