La derrota de Ankalaev
Pues resulta que Magomed Ankalaev llegó al combate con una costilla rota, y eso, amigos, cambia completamente la perspectiva de lo que pasó en el octágono. Imagínense tener que defender tu título con una lesión así, y encima contra un tipo como Alex Pereira que no perdona.
El combate que nadie esperaba
La verdad es que el remate fue brutal. En apenas 80 segundos, Pereira logró lo que pocos creían posible: poner de rodillas al campeón. Pero lo que nadie sabía es que Ankalaev llevaba semanas arrastrando ese problema. Su propio manager, Ali Abdelaziz, dejó caer que el ruso no estaba en su mejor momento físico, y ahora todo cobra sentido.
La preparación comprometida
Lo más preocupante es que Ankalaev ni siquiera pudo entrenar como debía. Según cuentan, pasó más de un mes en Las Vegas preparándose, pero el dolor en las costillas le impedía sparring completo. Terminaba las sesiones antes de tiempo, y eso en este nivel marca la diferencia. Su equipo incluso quería que se retirara del combate, pero el orgullo o la obligación pudo más.
Un final doloroso
Para colmo, Pereira se ensañó precisamente con esa zona vulnerable durante el ground-and-pound. Fue como apuntar al punto débil. Ankalaev venía de una racha impresionante -14 peleas sin perder- desde su única derrota en 2018, y ahora tendrá que reconstruir su camino hacia el título desde cero.
La lección queda clara: en las MMA, a veces lo que pasa fuera del octágono es tan importante como lo que ocurre dentro.



