David Dvorak
Pues mira, la historia de David Dvorak es de esas que te enganchan. El ex contendiente de peso mosca de la UFC vuelve al cage de Oktagon MMA este sábado después de seis años, enfrentándose a Mohammed Walid en una eliminatoria por el título en Hamburgo, Alemania. Con más de 16 finalizaciones en su historial, Dvorak tiene fama de ser uno de los mosquitas más emocionantes del circuito, pero viene de tres derrotas seguidas ante competencia de élite en la UFC. La pregunta del millón: ¿sigue teniendo el nivel para competir entre los mejores? O, como dice el artículo, ¿se le ha gastado la goma a sus 33 años?
La oportunidad del título
Para Dvorak (21-6), vencer a Walid le pondría directamente en la pelea por el título de peso mosca contra Zhalgas Zhumagulov. El checo se siente confiado de poder con lo mejor que la promoción europea tiene para ofrecer, pero no subestima a nadie en su camino. «Tengo relación con Oktagon desde 2016, cuando fui uno de los entrenadores en el viejo reality show. Es genial volver, pero todos estos tipos son iguales para mí», contó Dvorak a Sherdog.com. «Ya sea Walid o Zhumagulov, lo único que quiero de Oktagon es ser campeón para tener una plataforma y contar mi historia de ayudar a los niños».
Más allá del cage
Aquí es donde la cosa se pone interesante. El año pasado, Dvorak abrió su propia academia, el Undertaker Gym, donde entrena con sus compañeros. Pero su verdadera pasión va más allá: durante los últimos seis años ha estado viajando por la República Checa visitando campamentos infantiles y deportivos, enseñando a los más pequeños cómo ser buenos deportistas. «Cuando estaba en la UFC era un poco egoísta», admitió. «Hacía campamentos para niños, pero no suficientes. Ahora sé mucho más sobre mí mismo y que no todo gira en torno a pelear. La motivación de ayudar a los niños y a la gente que me importa me ha dado más fuego que nunca».
El camino de regreso
A pesar de haber ganado solo uno de sus últimos cuatro combates, «The Undertaker» no cree que su carrera necesite resucitar (nunca mejor dicho el apodo). Dvorak arrancó con tres victorias seguidas cuando llegó a la UFC en 2020, pero las derrotas ante Matheus Nicolau, Manel Kape y Steve Erceg frenaron su momentum. Las lesiones precipitaron su salida, pero el amor por las artes marciales mixtas nunca se apagó. Ahora que se siente más saludable que en años, está listo para pelear por el título en el circuito europeo. «Si quiero contar mi historia sobre lo que hago por los niños, necesito ser campeón para ser algo más grande que el cinturón. Si todo sale bien, quiero volver a pelear en diciembre y ese será un buen día para convertirme en el próximo campeón de Oktagon».



